...yo no. Parece que fue ayer cuando te lo conté. Te confié una de las partes más horrendas de mi vida, de las que más me voy a arrepentir, y de las que más odio de mi misma, y dejaste de hablarme. Te alejaste de mi, no sé si por miedo, por desprecio o porque simplemente era demasiado para ti. Te olvidaste... Me hiciste sufrir, haciéndome sentir estúpida por todo lo que te había contado en su día, todo lo que tanto me costó decirte a la cara. Pero yo confiaba en ti. Confiaba en que nuestra supuesta amistad podría ignorarlo, y que seguirías apoyándome, pero no. Te faltó tiempo para olvidarte de mi nombre. ¿Qué pasa? ¿No soy tan de tu agrado como ella? De repente leo un poema que escribe y en el que estás tu presente, y al rato veo una foto de los dos, felices. Y lo mejor de todo, es que en ese texto se refleja perfectamente lo que me ocurre a mi, lo que yo en su día te conté aún sintiéndome avergonzada y estúpida. ¿Por qué ella sí y yo no? Es que no lo entiendo...
Gracias. Ahora me va a ser más difícil aún confiar en la gente.
Hoy suena: Truman sets sail
0 comments:
Publicar un comentario
Comentad sin miedo... ^^